lunes, 30 de mayo de 2011

El trabajo, la mujer y la Historia




En esta entrada incluiré el recorrido histórico de la mujer en el mundo laboral desde la prehistoria hasta nuestros días.

Mis compañeras de clase, Inma Romero, Jovanka y Rosario, tras haber pasado un día del 8 de Marzo, día de la Mujer, consideraron oportuno conmemorar este día ya que es importante en la historia de la mujer.
Este día tan importante para las mujeres (no siendo reconocido por la mayoría) es debido a que en 1908 en Nueva York, 129 mujeres fueron asesinadas tras la quema de una fábrica, Cotton Textil Factory, por los propios dueños de la misma, por reivindicar aquellos derechos que les pertenecen como trabajadoras, siendo éstos mejoras laborales, aumento de salario y el resultado del trabajo infantil.

El método que nuestras compañeras utilizaron para abordar el contenido histórico fue a través de la representación gráfica, de forma que a través de las ilustraciones de la época entendiéramos mejor el rol o el papel que ejercía la mujer en la sociedad.

En la Prehistoria, podemos comprobar que la mujer además de cuidar de su familia, se dedicaba a las tareas de caza, por consiguiente, tanto el hombre como la mujer tenían un papel fundamental en la sociedad.

En la Edad Antigua, en Grecia, la mujer ejercía de esclavas, sirviendo a los hombres con poder adquisitivo, por lo que empezaron aquí a ser inferiores a los hombres.

En la Edad Media, se recalca aún más las laborales de la mujer como ama de casa y su rol de cuidadora se acentúa más. Además, es aún más notable la sumisión al hombre.

En la Edad Moderna, se refleja el trabajo de la mujer, siendo éste el de costurera, ama de casa, labores de su casa… y cada vez se aprecia menos la participación de la mujer en la sociedad.

En la Edad Contemporánea hasta nuestros días, hemos podido comprobar algunos cambios, siendo importantes para el propio colectivo ya que la incorporación de la mujer en el mundo laboral, es aquí donde se da. Se ilustra a una mujer leyendo, acto novedoso que llega con la época contemporánea, aparece la mujer en una fábrica de textil, sigue siendo trabajo de costura, pero el aspecto positivo es que se considera alta costura formando parte de la plantilla de una fábrica.

Es cierto que desde entonces hasta nuestros días los avances han sido notorios, pero parece que hemos sufrido un estancamiento y todo se ha quedado en eso, la incorporación de la mujer al mundo laboral, con muchos retrasos e insuficiencias que aún hoy día no han sido resueltos. Por tanto, es evidente que debemos luchar por tener los mismos derechos laborales que los hombres, ya que en su día fueron reivindicados y no obtuvieron respuesta, peor aún las repercusión fue la muerte de 129 mujeres. Desde entonces hemos vivido, reivindicaciones por parte de las asociaciones feministas que muy pocos frutos han dado.

Una semana más tarde, nuestros compañeros Rocío Nieto y Luis, abordaron el tema de la incorporación de la mujer al mundo laboral, pero ellos profundizaron más sobre los aspectos que hoy día son motivos de debate como, las desigualdades entre hombre y mujeres en el mercado laboral, el embarazo de la mujer, techo de cristal…

Ante todo me gustaría decir que el colectivo de la mujer en el ámbito laboral es foco de intervención desde hace ya varias décadas, y por ello los educadores sociales tienen un papel que ejercer para la normalización de la mujer en el mercado laboral, y cada vez este problema está siendo más grave, ya que estas mujeres no pueden llegar a conciliar la vida familiar con la vida laboral, aspecto que acarrea multitud de factores negativos que deben ser erradicados.

A la pregunta ¿Existe desigualdad entre los hombres y mujeres en el mercado laboral, hoy en el Siglo XXI? Es difícil de creer, pero si que sigue existiendo. Hemos avanzando en muchos de los aspectos sociales. La integración del colectivo gitano en la sociedad, la mejoría de las personas mayores, la aceptación del colectivo síndrome de Down en la sociedad, pero un colectivo tan grande y tan importante dentro de la sociedad como es el colectivo de la mujer, ya que como se suele decir son las que llevan el mundo hacia delante, debido a sus tares como madre, esposa, ama de casa… debe ser más tratado de lo que aún se trata, además está siendo muy poco valorado por la sociedad, pues la mentalidad que existe aún repercute a tan grandes escalas que los estereotipos que caracterizan a estas mujeres son difíciles de eliminar.

Existen teorías explicativas que quieren dar respuesta a esta pregunta. Entre ellas destacamos la teoría de la diferencia, la teoría de la desigualdad y la teoría de la opresión de género. La primera se caracteriza por considerar que las mujeres tienen una visión distinta a la realidad; se basan en la consideración de lo diferente y las mujeres necesitan una cultura adaptada a su naturaleza, pero, ¿Qué naturaleza? Acaso no es la misma que la de un hombre, porque desde que tengo uso de razón y por lo que nos han inculcado, venimos de un mismo lugar… ¿o no? Según los mitos, venimos de una de las costillas del hombre, de ahí, que el hombre tenga una costilla menos. Pero, ¿puede ser esto posible?... Estos son los mitos y creencias que dan lugar a estereotipos y por tanto al pensamiento que existe hoy día sobre que los hombres son mejores en todos aspectos que las mujeres; es aquí por donde tenemos que empezar a intervenir.

La teoría de la desigualdad, se basan en líneas de investigación dispares como el feminismo liberal o el marxista; los hombres y mujeres están situados en una posición desigual: las mujeres tienen menos recursos materiales, estatus social, poder, etc; la desigualdad es fruto de la misma organización de la sociedad. Volvemos a lo mismo, aunque estoy de acuerdo con esto teoría en que la desigualdad la crea la propia sociedad, pues como ya he comentado la mentalidad incide bastante en estos aspectos.

En base a esta teoría, existen asociaciones de Feministas que proponen alternativas para eliminar la desigualdad:

- La movilización en pro del uso de los canales políticos y legales existentes para lograr el cambio.
- La igualdad de oportunidades económicas.
- La introducción de cambios en la familia, la escuela y en los mensajes de los medios de comunicación con el fin de que las personas no se socialicen en roles de sexo rígidamente separados.
- El esfuerzo de todos los individuos para desafiar el sexismo allí donde lo encuentren en su vida cotidiana.

La teoría de la opresión de género, se basan en que el patriarcado constituye una estructura básica de poder que ha provocado la desigualdad de género, asegurando la supremacía de los hombres y de lo masculino sobre la interiorización previa de las mujeres y lo femenino… Esta teoría le da mucha importancia al papel del patriarcado, siendo éste considerado como el protagonista de una familia, por lo tanto el papel de la mujer sigue siendo el de sumisión.
No es de mi agrado meterme en temas de política, pero la Iglesia juega un papel fundamental en este aspecto, priorizando a los hombres y considerando a la mujer como aquella que debe servir a su marido y a sus hijos. Esta idea, aunque parezca incierta, se da aun en nuestros días, claro que no se ve a simple vista, pero todavía en pleno siglo XXI, la mayoría de las mujeres asumen su papel de cuidadoras tanto de su marido como de sus hijos (estás son aquellas mujeres mayores de 50 ó 60 años, que han vivido en plena dictadura, muy pocas de esta generación piensan de esta manera, o eso quiero pensar yo).

En la actualidad, se da el techo de cristal que a lo largo de la asignatura hemos podido comprobar de qué se trata.
Es conocida como otra teoría, consistiendo en las barreras que existen a la hora del ascenso de la mujer, siendo el ascenso de los hombres rápidos y sin ningún tipo de problema.

Los problemas que se encuentran las mujeres, son problemas que viven en la propia sociedad, es decir, la desigualdad de género en general, que si lo traducimos al mundo laboral son las desigualdades salariales y la feminización de la pobreza.

Las condiciones de las mujeres con respecto al hombre son evidentes, pues nos encontramos con muchas barreras que impiden el acceso a un puesto de trabajo fijo, pues la mayoría de las mujeres acceden al mercado laboral pero sus contratos siguen siendo temporales.

El nivel de vida se ha puesto por las nubes, pues ahora no nos conformamos con un simple caramelo sino con un móvil de última moda ¿Qué posibles consecuencias puede traer esto? Pues si lo trasladamos al ámbito laboral y concretamente al ámbito femenino, las mujeres hoy día, debido a sus ingresos y a los ingresos de su pareja (por el momento de crisis que estamos atravesando) se piensan más de una vez si quedarse en estado o no, por tanto la natalidad desciende, porque no queda otra.

Refiriéndome a la teoría del Techo de Cristal, a pesar de que la mujer este en posesión de niveles de formación aceptados y estudios especializados, y por ello sea capaz de ser directora de una empresa, no es el caso, sino justo todo lo contrario. Las mujeres cobran menos que los hombres por realizar las mismas tareas y contar con el mismo nivel de preparación y formación; presentan mayores diferencias que los hombres entre los segmentos de trabajadoras con salarios más bajos y los segmentos con salarios más altos; siguen siendo el sector más peor pagado; el grado de subempleo afecta más a las mujeres que a los hombres…

Además, a todo esto se le suma la feminización de la pobreza, pues se le impide a la mujer el acceso a tierras, herencia, préstamos, educación… pero ¿hasta dónde vamos a llegar? Si empezáramos a actuar por estas realidades se podría superar un importante obstáculo para la erradicación de la pobreza.

Nuestros compañeros se centraron en su aplicación práctica en el Instituto de la Mujer, que es un organismo de la Consejería para Igualdad y Bienestar Social, que presta sus servicios a este colectivo.

Este organismo realiza actividades de formación a las mujeres sobre sus derechos y los recursos disponibles, también realiza atención directa a las mujeres, primordialmente a través de sus Centros provinciales, los centros municipales de información a la Mujer, las Unidades de Empleo de Mujeres y el Teléfono 900 200 999 de Información a las Mujeres y de asesoramiento legal. Es un recurso actual para las mujeres para su inserción laboral o mantenimiento en el empleo.

Este servicio no sólo va dirigido a este colectivo sino a la sociedad en general, a las empresas, a trabajadores y trabajadoras, a los y la agentes sociales, así como a los padres y a las madres, a estudiando y al profesorado, pues si no es así, sino trabajamos en conjunto es imposible eliminar las barreras que existen.

Y por último, indicar que la figura del educador social, es importante con este colectivo al igual que en todos los ámbitos ya que es una agente de cambio que interviene en cualquier problema. Además, en este caso es determinante el papel de la sociedad, por tanto, nosotras como profesionales debemos concienciar a la sociedad, de que a la vez que vamos creciendo como sociedad vamos cambiando, y no sólo de aspecto físico sino de mentalidad, pues la principal intervención que debemos de realizar es la de crear campañas de sensibilización para apostar por la inclusión de la mujer en el trabajo sin ningún tipo de represión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario