viernes, 3 de junio de 2011

Intervención Social en programas de alcoholismo



Nos centraremos en esta entrada en el quinto seminario de la asignatura, el cual ha consistido en la intervención con drogodependientes, más específicamente con el colectivo de alcohólicos.

Para abordar el tema y como se ha venido haciendo durante todo el cuatrimestre con los seminarios, hemos contado con la colaboración de una profesional (Macarena Codar), ella ha sido la que nos ha informado sobre este colectivo, pues forma parte de la plantilla de la asociación Anclaje, por tanto, nos aportará muchas ideas acerca de este colectivo.

Esta profesional nos informó en un primer momento sobre el trabajo social dentro de una asociación de alcohólicos rehabilitados, ya que nos compete como trabajadores/as sociales.

El alcoholismo, es entendido como una enfermedad crónica, pues desde siempre se ha dicho que la persona que ha sido alcohólica, seguirá siendo alcohólica para el resto de su vida, aunque esto no quiere decir que siga consumiendo.

La aportación de la profesional con respecto a este tema fue muy concisa, afirmando que el consumo de alcohol provoca en el individuo mucho deterioro en su organismo, por tanto no existe curación como tal sino, una recuperación de ellas, e incluso en ocasiones es imposible la recuperación.

El alcoholismo, no es un vicio es una enfermedad, produciendo una alteración del funcionamiento de los circuitos cerebrales que intervienen en el autocontrol, pudiendo causar posibles problemas médicos, psiquiátricos y adictivos.

Somos conscientes y de hecho estamos al tanto, de que la mayoría de las personas alcohólicas recaen repetidamente, asocian estrés o depresión al alcohol, de forma que cuando están cabizbajos o alterados, se aferran al alcohol, siendo su única salida.

La mayoría de las personas, ya sea por diversión o por imitación, han consumido sustancias tóxicas más fuertes o más flojas, a mayor o menor intensidad, pero no llegó a más, simplemente fue un hecho.

Es importante, diferenciar estas acciones. Nos encontramos con el uso, que es la utilización sin consecuencias negativas en ningún área; el abuso, uso que daña o amenaza dañar la salud física, mental o bienestar social del individuo, el entorno o la sociedad; dependencia, tomar una sustancia para obtener efectos agradables y placenteros, y coexiste con una incapacidad de controlar dicha ingesta, provocando malestar el no consumir de ésta.

Hablamos de personas alcohólicas cuando existe una dependencia hacia la sustancia, de manera que no pueden dejar de consumir, apareciendo el síndrome de abstinencia en el caso de no consumir provocando síntomas en el drogodependiente como fatiga, malestar general, tremens… una vez consumida la sustancia estos efectos desaparecen.

La persona alcohólica, llega a darse cuenta de que se le ha ido de las manos, consumiendo más cantidad del que pretendía. Es cuando, aparece el deseo persistente por controlar o interrumpir el consumo. De este modo, sus salidas al exterior para combatir el día a día se hacen cada vez menos importantes, llegando incluso a la reducción o anulación de estas salidas, por el miedo de seguir consumiendo. Esta persona, continua consumiendo a pesar de ser consciente de sus problemas psicológicos o físicos persistentes, no puede dejar de hacerlo, el alcohol le ha invadido.

Muchas de estas personas, piden ayuda, y se acercan a las asociaciones que trabajan con alcohólicos anónimos, es aquí cuando actúa el trabajador social.

Nos centramos en la Asociación ANCLAJE, inscrita en el registro de Asociaciones el 20 de Octubre de 1982, declarada de utilidad pública en Sevilla, cuyo objetivo es la prevención del consumo de alcohol y la reinserción del colectivo en la sociedad.

Las funciones que realiza el educador social dentro de esta asociación es:

- Atención terapéutica.
- Organización con los distintos organismos.
- Ejecución y seguimiento del programa.
- Búsqueda de recursos.
- Elaboración de proyectos.
- Mejorar la dinámica asociativa.
- Dar a conocer la problemática a la comunidad.
- Etc…


Es importante indicar cual es el tratamiento de deshabituación en el usuario, siendo este aproximadamente de un año y medio o dos años como media. Dentro de este tratamiento distinguimos varias fases. En primer lugar hablamos de información asociativa, informando al usuario de los recursos y servicios que presenta el centro; seguidamente se da la acogida o reinicio al tratamiento; la siguiente fase es la de desintoxicación; hablamos ahora de la deshabituación donde se incluye al usuario en grupos de autoayuda, de psicoterapias, al mismo tiempo que tienen sesiones individuales con los profesionales y por último, la inserción o incorporación social. Este es el procedimiento a seguir en la asociación con un drogodependiente.

Esta Asociación realiza muchos talleres con sus usuarios donde forman parte las familias, indicaré algunos de ellos: taller de yoga, de coro, de informática, de relajación, convivencias…

Tenemos que concienciar a la sociedad de que el alcohol es una enfermedad que afecta a la comunidad en conjunto, pues si un familiar es alcohólico no sólo sufre él, sino toda la familia, y esto es doloroso. Por tanto, se debe sensibilizar más a la sociedad de sus efectos y sobre todo a los adolescentes, siendo en esta fase cuando nos iniciamos con las sustancias tóxicas.

En cuanto a la trayectoria legal, indicamos el I Plan Andaluz sobre Drogas de 1985, donde se aprueba el comisionado para la droga y la creación de centros provinciales de drogodependientes.

Los centros provinciales se encargan de la ejecución y gestión de programas y recursos específicos, creados por acuerdo entre diputación y la Junta de Andalucía. Se coordinan con los recursos existentes en su ámbito territorial y son financiados por diputación, la Junta de Andalucía y el Plan Nacional sobre Drogas.

Posteriormente, se crea la Ley 4/97 sobre la Prevención y asistencia en materia de drogas, que además de prestar prevención, atención e incorporación social se suma la coordinación y la participación. Esta Ley incluye el tabaco y el alcohol como drogas institucionales. Plantea algunos elementos novedosos como prevención comunitaria, juego patológico, las drogas a nivel laboral, las limitaciones en la publicidad, venta y suministro de tabaco y alcohol y crea un consejo asesor en drogodependencias.

La sociedad cada vez está más concienciada, de los efectos que traen el tabaco y el alcohol. L incorporación de la Ley antitabaco, esta haciendo efecto, pues cada vez existe menos gente fumadora.

Aunque lo que verdaderamente, me preocupa es que la juventud de hoy día, no sea consciente de las consecuencias tan graves que ocasiona el alcohol. Estamos viendo día tras día, como estos niños se inician en el alcohol a edades más tempranas, de manera que son alcohólicos de fin de semana.

Yo como persona que transito en lugares de jóvenes, observo cada día el aumento de jóvenes bebedores. Esto repercute de manera negativa, llegando incluso a ser dependientes del consumo. Algunos de los jóvenes que beben lo hacen por diversión y saben que al día siguiente su vida será como la de cualquier otro día, amoldándose a su rutina; otros en cambio, lo hacen consecutivamente, de manera que lo hacen como costumbre, y es aquí cuando llega el problema.

Puntualizar, que se debe insistir desde los organismos más altos (me refiero al Gobierno y ayuntamientos), sobre la NO iniciación al consumo a edades tan tempranas, pues es aquí donde radica el problema.

Es de aplaudir la labor que ejercen estas asociaciones con las personas drogodependientes, trabajando en todo momento por la incorporación del usuario en la sociedad.

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